Aprovechamos la pausa veraniega para trabajar en los futuros montajes que ofreceremos a nuestro público infantil.
Hacemos los muñecos artesanalmente, sin ayuda de otras máquinas que las manos y algunas sencillas herramientas.
El barro se convierte en sujetos imaginados. Se transforma en vaciado de yeso. Este espera a las manos, al cartón y a la cola para tomar forma.
Finalmente empiezan a formarse personajes, que van tomando vida a través del barro, la escayola, el cartón y la pintura. Adquieren cuerpo y personalidad conforme avanzamos en el proceso.
Estos muñecos de cartón pintado se convertirán en intrépidos exploradores de las selvas remotas, en princesas ingenuas y curiosas, en inventores de cuentos, para deleite de los más jóvenes espectadores.
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